El día se presentaba bien. Después de lo sucedido en las dos últimas ediciones y visto como empezaba la semana los 17 grados de la previsión del mismo día y sin lluvias, apenas unas cuantas nubes, amén de los 15,4 grados de temperatura del agua nos parecían una delicia.
En Bilbao que nos presentamos tres tripis. Álvaro Aparicio al que no tenía el placer de conocer hasta entonces, mi amigo Ángel Matallana y un servidor. Decir que Ángel a pesar de ser su cuarta participación y de mi intento de emborracharlo la noche antes, estaba de los nervios. Una pequeña carrerita de calentamiento y una charlita con Álvaro y otros amigos parece que lo calmaron un poco así que neopreno y nos vamos.
Poco puedo contar de los demás, por mi parte me pongo atrás decidido a aludir el contacto y ver si mi rendimiento era decente a pesar de ello. Dan la salida y comienzo tranquilo, de vez en cuando me echo encima de algún grupo de especímenes de estos que no se deben de tomar tiempos nunca porque deben de pensar que saben nadar y se ponen en primera fila, esquivo como puedo y al lío. tras pasar las boyas de giro la corriente se pone a favor y aquí me tiro para el centro yo solo y ya aprieto un poco, sin problemas hasta la salida salvo que con la chicha que he perdido en los últimos 400 metros paso bastante frío pero soportable.
Salgo a boxes y aquí sí que me quedo helado. Busco la única bandera de euskaltel que había en la barandilla de boxes que justo estaba frente a mi bici y "ostia, ya me la he pasado? Vuelvo, aquí no está mi bici, en la otra tampoco. Con lo maniático que soy juro que lo comprobé al menos seis veces, solo había una y ahora hay dos más delante, la madre que... bueno ya la localicé. Me pongo de todo, más de cuatro minutazos de transición, a los cinco minutos me sequé y luego me sobro todo, seré pardillo.
Subo en la bici y al secarme y empezar a adelantar gente me animo, no quiero forzar mucho, solo las subidas, que hay que seguir entrenando para Vitoria, pero con las pasadas de levantar pegatinas que hago con facilidad estoy tirando algo más de lo que tenia presupuestado. Llego a la subida a los viveros y ya hay dos fulanos que empiezan a mosquearme, pasan se quedan y los tengo que volver a pasar, y en una de estas miro para atrás y tengo al menos veinte, sin exagerar, de los tíos que había ido pasando a la rueda. Me cabreo y los dejo pasar y decido hacer lo que había previsto, entreno de calidad, menudo mosqueo.
Bajo soltando y sin arriesgar. En la segunda vuelta me cruzo con Álvaro que va a muy buen ritmo y con Ángel que me grita como un poseso, se ve que va contento. Yo no puedo decir lo mismo, muchos pelotones, mis sensaciones están dentro de lo que esperaba pero voy quemado.
En estas me bajo a correr, bastante fresco, esta vez sin contratiempos en la transición. Ver a mi mujer y mis amigos además de la gran animación de público (da gusto correr aquí) me renueva el humor. La organización es de 10 y ellos no tienen la culpa de lo que hacen los corredores y los jueces.
Pongo ritmo crucero cómodo y aun así me siento rápido. Voy haciendo el bobo como de costumbre, y hago hasta un amiguete con el que a la postre entraría en meta. En la última vuelta paso al lado de la familia de Álvaro y me gritan "vamos que le tienes ahí delante, aprieta que le coges". Ten familia para esto. Jajaja. Al final le adelanté y se lo conté. Nos echamos unas risas.
Reseñar algo de lo que me estoy dando cuenta desde que estoy en este club y quien mejor que yo para decirlo, al Tripi lo conocen y simpatiza en todas partes. Increíble la cantidad de gente que te arenga "vamos ese tripi" "aúpa pucela"... Y con estas ya en meta de la mano de mi nuevo amigo Leyton con 1:30 en la maratón, apenas 5:04 en el total y una botellita de Terra Duro esperando, jejeje.
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