El 1/2 Ironman Al-Mudayna lo descubrí por casualidad navegando por Internet hace tiempo, me atrajo mucho la dureza y lo que de la organización se contaba y decidí inscribirme, creo que allá por febrero, pensando en que sería una buena piedra de toque para el Ironman de octubre.
Lo que pensaba por entonces es que iba a llegar un poco mejor, pero la temporada está siendo dura por las lesiones y lo importante era estar en la línea de salida y poder terminarlo. Para ello contaba con la compañía impagable de Fernando Alonso Avezuela, que enseguida se apuntó conmigo cuando se lo comenté, de Víctor que a última hora se vino con nosotros, y de Patri y Marta ¡qué haríamos sin ellas!
Después de un viaje largo desde Valladolid llegamos a Caravaca de la Cruz y nos instalamos en un apartamento. Al recoger los dorsales ya intuimos algo que fue indiscutible durante toda la prueba: una organización impecable como nunca había visto. Después hicimos unos metros nadando para soltar en unas instalaciones magníficas que pusieron a nuestra disposición, chek-in de las bicis (se salía en un pantano a 40 kms) y de la T2 y a la pasta party... Una vez lleno el depósito ¡a la cama!
La prueba comenzaba a las 14:00h así que no madrugamos mucho, fuimos a desayunar al pabellón de la organización y luego en casa comimos algo más de pasta para estar a tope, a las 11:00h salían los autocares que nos llevaban a la salida y ya iban aflorando los nervios, sobre todo al ver las carreteras... ¡todo sube y baja!
Una vez allí tenemos una espera de dos horas hasta que se sale. Preparamos bien las bicis y la T1 y sobre todo bebemos continuamente porque la temperatura ya ronda los 35ºC. El agua está a 26ºC, lo que implica natación sin neopreno y eso me anima ya que debo de ser de los pocos malos nadadores a los que les gusta más nadar "sin" que "con".
Lo que pensaba por entonces es que iba a llegar un poco mejor, pero la temporada está siendo dura por las lesiones y lo importante era estar en la línea de salida y poder terminarlo. Para ello contaba con la compañía impagable de Fernando Alonso Avezuela, que enseguida se apuntó conmigo cuando se lo comenté, de Víctor que a última hora se vino con nosotros, y de Patri y Marta ¡qué haríamos sin ellas!
Después de un viaje largo desde Valladolid llegamos a Caravaca de la Cruz y nos instalamos en un apartamento. Al recoger los dorsales ya intuimos algo que fue indiscutible durante toda la prueba: una organización impecable como nunca había visto. Después hicimos unos metros nadando para soltar en unas instalaciones magníficas que pusieron a nuestra disposición, chek-in de las bicis (se salía en un pantano a 40 kms) y de la T2 y a la pasta party... Una vez lleno el depósito ¡a la cama!
La prueba comenzaba a las 14:00h así que no madrugamos mucho, fuimos a desayunar al pabellón de la organización y luego en casa comimos algo más de pasta para estar a tope, a las 11:00h salían los autocares que nos llevaban a la salida y ya iban aflorando los nervios, sobre todo al ver las carreteras... ¡todo sube y baja!
Una vez allí tenemos una espera de dos horas hasta que se sale. Preparamos bien las bicis y la T1 y sobre todo bebemos continuamente porque la temperatura ya ronda los 35ºC. El agua está a 26ºC, lo que implica natación sin neopreno y eso me anima ya que debo de ser de los pocos malos nadadores a los que les gusta más nadar "sin" que "con".
Ya estamos listos los 170
triatletas para salir pero antes guardamos un minuto de silencio por nuestra
compañera de Soria, un momento de reflexión y piel de gallina que acaba con
bonito aplauso-dedicatoria.
Salen las chicas y 3
minutos después nosotros... al pasar al agua veo dónde se coloca Víctor y
detrás de él todos los buenos, ni corto ni perezoso para allá que voy y ¡dan la
salida!
Hago los primeros 300 metros muy fuertes y al levantar la cabeza después de los golpes iniciales veo una larga fila de gente delante de mí... pero voy bastante adelante ¡y eso me pone! Paso por la primera boya y confirmo mi buena posición al mirar el giro, paso la segunda boya, voy en un grupo de 4 y llega el error al desviarnos un poco de la trazada buena lo que hace que se nos una más gente por atrás al recuperar el rumbo.
Salgo del agua esperando
un tiempazo y veo en el Garmin 34 min. lo cual me descoloca un poco porque
esperaba menos (pensándolo fríamente es el tiempo que hago con neopreno
normalmente en los medios) subo la rampa de salida, larga y dura, y al llegar a
la transición veo muchas bicis ¡buena señal! (Posición 39 en este sector).
Arranco con la bici y veo
lo que va a ser el día, ¡un infierno! No logro coger ritmo durante los primeros
kms de salida del pantano, 6-7 kms duros que me dejan tocado. Después me
relajo, como, bebo y logro acoplarme e ir rápido hasta la base del puerto, allí
pillo dos bidones y un gel en el avituallamiento y para arriba. He entrenado
mucho en bici pero no voy, sensaciones horribles, calor insoportable y sudando
como nunca en mi vida... me obsesiono con la hidratación y decido tomarme el
puerto muy tranquilo... queda mucha prueba y luego el terreno se adapta mas a
mi... me empieza a pasar gente... mucha gente... hasta que llega por detrás
Fernando, un saludo y ¡para delante!
Yo no voy y eso afecta a
la cabeza, pero aguanto subiendo a 10-11 km/h y pensando que lo bueno esta por
llegar...y en efecto...el puerto acaba y luego llegan 10-15 kms que tampoco
fueron muy buenos con sube y baja, después llano y bajada con aire en contra y
ahí si que recupero fuerzas y posiciones, y sobre todo moral.
Recapitulando, el sector
han sido 90 kms, 1.300 de desnivel positivo, 8 bidones entre agua, sales y coca
cola, 2 pastillas de sales, dos barritas, varios geles...y me siento
deshidratado ¡y vacío! (Posición 85 en el sector)
Llego a la T2 a Caravaca
y sucede lo que jamás habría pensado: ¡tengo ganas de correr! Me tomo la
transición muy tranquila, me pongo medias de compresión, calcetines, vaselina y
a correr.
El circuito es de tres vueltas y cada vuelta con 3 kms picando hacia
abajo, 3 hacia arriba y paso por el estadio donde esta la meta.
Al comenzar a correr me
doy cuenta de que va a ser un suplicio, mi ritmo es lamentable, las piernas muy
tocadas y sigo sudando de manera exagerada. Pero para mí lo más importante es comprobar
que mi lesión está superada y que por lo menos puedo correr, aunque sea
despacio...y así es...la primera vuelta es dura, veo como no solo no puedo ir
medianamente bien de ritmo sino que se incrementa sin
remedio 5:15...5:40...6:00...6:30, en mi cabeza solo está ya el terminar y
ayuda mucho el hecho de que todo el mundo va parecido...parece un desfile de
"walking dead"...sigo corriendo despacio y paro andando en los
avituallamientos y a beber...la segunda vuelta psicológicamente complicada
porque la cabeza se me va al Ironman: madre mía, si aquí paso estas miserias,
allí que pasará?...segundo paso por meta, ya solo quedan 7 kms y mis piernas
están muy, muy tocadas, pero la cabeza en su sitio y la moral intacta.
Sigo arrastrándome, el objetivo
es no andar e intentar correr todo el rato aunque sea muy despacio y así lo
hago...ritmos de 7:00- 7:30 e incluso más y la sensación de ir dándolo
todo... es triste pero es la cruda realidad.
Último km y voy feliz... ha
sido muy duro, mucho mas de lo que imaginaba, pero para mi, para todos los que
quedan por detrás, para todos los retirados, y también para los primeros como
dice Víctor o un élite como Alejandro Santamaría que tuvo un fuerte bajón en la
carrera a pie.
Veo la meta y aprieto un
poco por eso del pundonor, paso por debajo y me paro, totalmente roto. Al final hago la posición
124 en el parcial.Creo que
nunca lo he estado tanto, no sé el peso que he perdido, pero la ropa me sobra
por todos los lados ¡increíble!
Es lo que menos me
importa pero, posición final 95, insisto en que todos los finisher de esta
prueba son unos sufridores de verdad.
Lo mejor sin duda, el fin
de semana con los amigos, el reto de una prueba así de dura, los ánimos y
consejos de Víctor, la ilusión y capacidad de superación de Fernando, los
ánimos y atenciones de Marta y Patri y la estupenda organización de la prueba,
con una cantidad increíble de voluntarios, y cuidando el detalle a tope.
Para completar el día nos
fuimos a celebrar el segundo puesto de Víctor con unas cervecitas y damos fe de
que lo que gusta en Caravaca ¡es el reggaeton!
¡Un abrazo!
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