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domingo, 12 de agosto de 2012

100812 Canal de Castilla. El Desafio


El 10 de agosto será recordado como el día más calurosos del año, y uno de los más calurosos de los últimos años. Esa noche, la televisión local comenzaba la sección de deportes comentando “en días así se recomienda no realizar deporte”, a lo que continuaba el presentador diciendo “sin embargo, cuatro deportistas vallisoletanos han recorrido 144 km …”


Al final, los cuatro conseguimos acabar lo que nos habíamos planteado. Vencimos a los 144 Km. de recorrido y los 42ºC, con los que inicialmente no contábamos. Mucho esfuerzo, muchas horas, y lo mejor mucha ayuda de los acompañantes que en cada punto de avituallamiento nos tenían preparado de todo para recuperar y reanudar el recorrido.


A las 8.15 entrábamos en el agua, muy buena temperatura, sin sensación de frío, agua limpia aunque sin demasiada visibilidad, corriente a favor. Pocas posibilidades de desviarse, con la orilla a menos de tres metros por cada lado. Como suele ser en este tipo de retos, la natación se convirtió en un trámite de 2,5 Km. sin mucha complicación.

Daba gusto nadar. Roberto García no se quiso perder este tramo y nos acompaño. Otra acompañante a la que era difícil seguir, fue Patricia Celestino del C.N.S. Fabio Nelli. Aunque no tenía experiencia en aguas abiertas – lo suyo es hacer figuras en la piscina – tomó la cabeza y así continúo hasta el final marcado por la primera esclusa. Los demás fuimos llegando a nuestro ritmo. Finalmente Víctor no pudo estar con nosotros.
Los 21,5 Km. de carrera a pie nos los tomamos con tranquilidad. Tuvimos que frenar a Javi para que no nos reventara. Menos mal que él iba encantado disfrutando con el terreno en perfectas condiciones, muchos tramos de sombra y todavía poco calor a esas horas. Muy buenas condiciones para correr. Bastante ameno, para lo que suele ser correr en línea. En este tramo nos quedamos los cuatro solos. Lo teníamos bien estudiado y resolvimos sin problemas el encuentro del Canal con el río Pisuerga a la altura de Herrera, que nos obligó a abandonar el camino para ir a buscar el puente de ferrocarril por encima del río y poco después volver a los caminos de sirga. Habíamos previsto tres avituallamientos, donde de forma perfecta nos esperaban nuestros acompañantes con todo dispuesto para tomar algo y continuar sin mucha demora. La carrera iba a suponer una nueva experiencia para Alberto que confesaba no haber corrido nunca más de 15 Km. seguidos, lo superó a su ritmo aunque le costó un poco, agravado por molestias en el gemelo izquierdo. Al final de la etapa, el calor ya empezaba a notarse, y eran sólo las 11:00 de la mañana.

Al completar la carrera, grata sorpresa, los acompañantes habían improvisado un box con todo el material de bici perfectamente dispuesto: bicicletas, casco, zapas, bidones. Perfecto. Casi no nos dejan tiempo para tomar un bocado.

La bicicleta iba a ser otra historia. Por ello nos cambiamos completamente de ropa, siendo lo más importante usar culote de ciclista con badana. Nos esperaban 98 km de mucho calor y con tramos de piedras sueltas que hacían incómodo el pedaleo. Igualmente, habíamos dispuesto varios puntos de encuentro con los acompañantes para que nos fueran surtiendo de líquido y comida. Todo el camino para nosotros, no recuerdo habernos cruzado con nadie. Por fortuna no tuvimos ningún tipo de avería ni pinchazo, así que todo el rato a lo nuestro. Pero tantos kilómetros iban a tener consecuencias. Empezamos con alegría rodando a 28/29 kmh, nuevamente era Javi quien marcaba ritmo y los demás le decíamos que mejor más despacio. Primero fue Óscar quien a los 20 km se quedaba rezagado y teníamos que reducir, después empezaron a agarrotarse los cuadriceps de Alberto. El sol pegando de pleno en la llanura con poco resguardo de sombra. Poco a poco, gracias a las paradas previstas vamos aguantando todos. Javi va entero, continuamente le tenemos que ir frenando para que no se queden los demás que vamos tocados. Hay que aguantar hasta Grijota donde pararemos a comer un poco más en serio. Tampoco hay prisa. Habíamos previsto llegar a Grijota a las 14:00 y lo hicimos unos 40 minutos más tarde. Nos dicen que hay unos 41ºC. Nos sentamos tranquilamente y comemos. Descansamos, nos refrescamos en un chorro, estiramos con la ayuda de Roberto. Cuando estamos todos preparados decidimos reanudar .Toca volver a dar pedales. Quedan unos 30 km para completar la bici con final en Valoria la Buena. En condiciones normales, 30 km es un paseo para cualquiera por ese terreno, pero vamos tocados. Cada vez cuesta más llegar al siguiente punto aunque son distancias asequibles. Alberto y Óscar se han recuperado y ahora soy yo el que me quedo sin fuerzas y obligo al grupo a no pasar de 20/22 kmh. Javi sin problemas. En Dueñas última parada para avituallar, sólo quedan 8 Km. Mucho sol y aire caliente en contra.

Finalmente llegamos al punto de transición en Valoria, y sorpresa no están las piraguas, aunque Alberto había venido hablando por teléfono con quien las tenía que llevar y le había asegurado que ya estaba en el sitio acordado. Nueva llamada para preguntar donde está. Por la descripción que da, está unos 6 km más adelante en la esclusa de Corcos. Decidimos seguir con la bici hasta ese punto que según lo previsto deberíamos hacer remando. Llegamos todos y tampoco le vemos. Nueva llamada y resulta que estaba en el punto anterior pero unos 300 metros separado. Nuestros acompañantes vuelven con la pick-up a recoger las piraguas y resto de material. Supone un pequeño retraso. Nos cambiamos de ropa, comemos y vamos preparando lo que podemos. Aparece un coche de rtvcyl y nos hace una pequeña entrevista, que emitieron por la noche junto con otras imágenes en las que aparecemos remando.

Con esta variación sobre el plan, la piragua se queda en unos 16 Km. El principal problema que tememos es que se puedan agarrotar las piernas por el cansancio y con la nueva posición de sentado en la piragua es difícil de resolver. Además hemos visto que las orillas del Canal son poco practicables desde el agua y no hay sitio para salir a tierra. Por lo tanto no nos preocupa acortar la piragua. Remar siempre es más lento que pedalear. Vamos entrando en el agua, el primero es Óscar en un K1, teóricamente es el más lento y ya le cogeremos, luego vamos Javi y yo en K2. Alberto entra más tarde con su K1. El contacto con el agua elimina casi por completo el calor. Salimos despacio para que se una Alberto, pero este tarda. Óscar ha desaparecido por delante, el Canal es una recta inmensa pero no se le ve.
 Javi y yo decidimos ir avanzando despacio, pero Alberto no viene. A Javi se le ha movido el asiento y va muy incomodo, hay que buscar un sitio para parar. Alberto sigue sin aparecer, supuestamente no debería tener problemas, luego nos enteramos que sí tuvo problemas al sentarse con fuertes contracturas en cuadriceps y remo a duras penas. Prácticamente le dejamos abandonado a su suerte. Yo, parece que me he recuperado y remo con soltura y fuerzas. Tenemos 12 km hasta la esclusa y el puente que lleva al ITA. Cogemos a Óscar que va bien, pero sin referencias de distancia, yo tampoco soy capaz de situarme aunque ese tramo del Canal hasta Cabezón lo he hecho muchas veces. Como Javi sigue mal sentado seguimos remando para no empeorar su postura. Llegamos a la esclusa 41 donde está previsto un porteo. Allí nos esperan los nuestros que nos ayudan a salir del agua. Javi por fin ajusta el asiento y llega Óscar. También aparece Alberto y nos enteramos de su dolor de piernas. No es capaz de salir por si mismo y le tenemos que levantar entre dos cogiéndole por las axilas. El porteo le viene bien para ir estirando las piernas. Nuevamente al agua, restan 4,6 km, y una última esclusa junto a Tafisa. No sabemos que hora es, pero estamos muy cerca. Nos dicen que está la prensa. Nos agrupamos los cuatro y vamos tranquilamente recorriendo los últimos kilómetros ya en la ciudad. Al pasar por el puente de madera al final del parque de la Victoria nos disparan unas fotos. Poco menos de un kilómetro y se acabó.

No recuerdo la hora de llegada. No era importante. Posiblemente las 19:30. Lo que hace casi 12 horas.

Lo importante es que hemos resistido a los 144 kilómetros en un día muy caluroso.

Al acabar nos llamó la atención la repercusión en prensa que ha tenido el reto. En la dársena nos esperaban de la agencia EFE y de otros medios. Hemos salido en la tele. El día antes entrevistaron a Alberto en la radio.

Al final los cuatro coincidíamos en que esto no lo hubiéramos logrado sin la compañía que hemos tenido. Los amigos y familiares que han ido a nuestro lado por la carretera, que se han pegado la paliza para facilitarnos de todo, estando pendientes de nuestras necesidades. Gracias.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Qué pasada!

¡Enhorabuena!

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