4 de junio de 2016
La ruta de bici se iniciaba en Zaratán y tenía una distancia de 92 km, discurría por carreteras frecuentadas por todos: Wamba, Torrelobatón, Urueña y vuelta.
Solo había 25 personas apuntadas, pero, eso sí, con mucho nivel. Una pena que fuera tan poca gente. Había más policía y gente de la organización que ciclistas. La carretera estaba cortada, es un placer circular por las carreteras con toda seguridad.
La ruta de bici se iniciaba en Zaratán y tenía una distancia de 92 km, discurría por carreteras frecuentadas por todos: Wamba, Torrelobatón, Urueña y vuelta.
Solo había 25 personas apuntadas, pero, eso sí, con mucho nivel. Una pena que fuera tan poca gente. Había más policía y gente de la organización que ciclistas. La carretera estaba cortada, es un placer circular por las carreteras con toda seguridad.
Al lío. Todo el mundo allí era ciclista, pero, ciclista ciclista, con mucho nivel. Comenzamos con una salida tranquila por las calles de Zaratán y nada más salir del pueblo empieza la batalla. Vamos muy rápido, hay ataques, demarrajes, etc. Estoy bien colocado y muy atento a todos los saltos, sé que como me descuelgue ya no pillo grupo, es lo malo estar en un pelotón tan pequeño.
Se rueda a 40 y a ratos a 45km/h, una salvajada. En un repecho se producen varios ataques seguidos que me pillan un poco mal colocado, me descuelgo y pienso que como no enlace seguro que ya no les pillo. Efectivamente, me sacan unos metros y en el llano van muy rápido, el aire hace el resto, no les pillo.
No les pillo como que cada vez les veo más lejos. Llegando a Urueña me dice el Guardia Civil que me acompaña que estoy fuera de carrera, me pregunta si estoy bien y le digo que sí, - Pues vaya con cuidado que se va a abrir la carretera-.
Me queda la mitad de recorrido y me lo voy a comer yo solo. Cojo un ritmo cómodo y a dar pedales. Los últimos 15 km se me hacen muy largos y penosos. Llegando a meta veo que hay poca gente, cojo un poco de agua y me piro para casa que estoy un poco “cansao”. Allí les dejo comiendo salchichas de Zaratán.
Seguro que haré otra marcha, pero, eso sí, con más gente.
;-)
Cordialmente.
Se rueda a 40 y a ratos a 45km/h, una salvajada. En un repecho se producen varios ataques seguidos que me pillan un poco mal colocado, me descuelgo y pienso que como no enlace seguro que ya no les pillo. Efectivamente, me sacan unos metros y en el llano van muy rápido, el aire hace el resto, no les pillo.
No les pillo como que cada vez les veo más lejos. Llegando a Urueña me dice el Guardia Civil que me acompaña que estoy fuera de carrera, me pregunta si estoy bien y le digo que sí, - Pues vaya con cuidado que se va a abrir la carretera-.
Me queda la mitad de recorrido y me lo voy a comer yo solo. Cojo un ritmo cómodo y a dar pedales. Los últimos 15 km se me hacen muy largos y penosos. Llegando a meta veo que hay poca gente, cojo un poco de agua y me piro para casa que estoy un poco “cansao”. Allí les dejo comiendo salchichas de Zaratán.
Seguro que haré otra marcha, pero, eso sí, con más gente.
;-)
Cordialmente.
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