CRÓNICA DE FERNANDO ALONSO AVEZUELA
Primera carrera de la temporada, la prueba de Orihuela se presentaba como una buena piedra de toque de cara a testar la preparación para el IM de Lanzarote. El que sirviese además como Campeonato de España de la Categoría lo dotaba de especial atractivo.
Circuitos espectaculares y exigentes, especialmente en la parte de la carrera a pie, más propio de un trail de montaña, tanto por el desnivel a superar como por el terreno sobre el que transcurriría la prueba, con mucho canto suelto y alguna parte técnica.
Hasta allá nos presentamos Rafa Becerrero y un servidor, echando en falta algún Tripi más, pero contando con el apoyo inestimable de Cristina y Patricia.
Organización inmaculada, tanto en la rigurosa puntualidad británica con la que se desarrolló la prueba, como por los medios facilitados al deportista durante la misma (avituallamientos, señalización...).
En lo personal, las circunstancias motivaron que una faringitis hiciera peligrar la participación en la prueba. El tener todo organizado y cerrado desde hace tiempo, el que las perspectivas climatológicas fuesen buenas (en Valladolid hubiese estado en el sofá y tomando sopitas de ajo), y el que no tuviese fiebre esos días, permitieron enfundarme el rosa y ponernos manos a la obra.
Tras los élite, paralímpicos (Impresionante!!) y GGEE femeninos, se dio salida a los GGEE masculinos.
Salida rápida, que hace estirar el grupo. Tras 200 m de pavimento, entramos ya en faena con la primera cuesta.
Sin calzado específico, los cantos y piedras van haciendo su labor, y en el kilómetro 5 siento aparecer las primeras ampollas. Bajando el ritmo en las subidas, y con tiento en las bajadas técnicas, aprovecho los tramos de arcilla cercanos al pantano para rodar por momentos por debajo de 4' por km, para una media global entorno a 4'20'' tras los 16,5 Km de trail, y siempre controlando el pulso. Satisfecho, dadas las circunstancias y el circuito.
En la bici, terreno roto, duro, con 16 repechos de entre 0,5 y 1,5 km, con una pendiente entorno al 5% y buen asfalto. Lo mejor, la buena temperatura y que no apareció el temido viento. Tal y como estaba, lleno de mocos, se agradecía el dar una bocanada y que no se te congelase la garganta agravando el problema. Al igual que en la carrera a pie cumplo con el pulso previsto, y finalizo el recorrido de 66 Km con una media de 30 Km/h. El circuito de bici es una estrella de 4 puntas que permite tener referencias de todo el mundo. Cuando me cruzo con Rafa, le veo acoplado, pedaleando fuerte. También va fenomenal Ruth Varona, que a la postre sería campeona de España de su categoría (Enhorabuena!). Ánimos nunca faltan en este tipo de pruebas, aunque a mí ese día poco me oirían dado el hilillo de voz que tenía =)
Contento por cómo va saliendo todo, y sobretodo por vernos capaces de acabar, realizo la transición con tranquilidad. Consciente del estado de los pies tras primer segmento, trato de ajustar calcetines y aliviar con pomada la maltrecha planta. Me pongo la cincha para el rotuliano y comienzo a correr. Y aquí es donde veo que las cosas no iban tan bien. Cada pisada es como tener cristales en las zapas y la rodilla me molesta. Un tema olvidado tras el IM de Huelva que vuelve a aparecer... Además, muscularmente la transición me devuelve a la realidad de lo que es una prueba de larga distancia. Dolor en cuadriceps e isquios. Los 8,2 km restantes fueron una prueba de superación mental. Entre otros pensamientos, y sin dejar de correr incluso donde alguno casi gateaba [literal], me hacia gracia recordar las discusiones sobre cómo ponderar los tripi-puntos... 5' el km.
Rafa acaba también, con lo que 2 finisher más para el Tripi.
Ciertamente no fue la carrera que me había planteado en la inscripción, pero adaptarse es parte de la aventura, ¿no? Todo positivo, salvo la rodilla. Veremos."
No hay comentarios:
Publicar un comentario