CRÓNICA de MI PRIMER IM, Iberman 2013
Antes de meterme de lleno en el día de la prueba,
pongo un poco en contexto mi año deportivamente hablando:
Comienzo el año 2013 por encima de los 80 Kg. de
peso, con un estado físico bastante alejado de lo que me gustaría, pero con un
objetivo claro y una ambición para el año: el IM que se celebrará en Huelva el
5 de Octubre. Todo surgió a raíz de una cena en mi casa con Luis Ángel,
unas cervezas y ya la hemos liado. No hay nada como marcarte un objetivo para
ponerte las pilas y estar motivado, y yo ya lo tengo; de esta forma divido en
objetivos intermedios y me marco el 1/2 Ironman de Aveiro a finales de Mayo, el
triatlón olímpico de San Sebastián de Junio y el 1/2 Ironman Al- Mundaya de
Murcia de finales de Agosto como las piedras de toque de mi proyecto.
El año no empieza bien, en febrero disfrutando de
la montaña en Pirineos con los compañeros del tripi (Mena y Ferreras) me
lesiono en la pierna izquierda (mi pierna “buena”), diagnóstico: tendinitis de
pata de ganso; esto me hace ir bastante retrasado en mi preparación y además
eliminar prácticamente la carrera a pie de los entrenamientos, eso si, comienzo
una íntima relación con la elíptica que será tónica habitual de todo el año.
Tenía las medias maratones de León y Madrid en mi calendario pero no pudo ser,
así que aprovecho para meter muchos Kms. en bici y nadando.
En Mayo, al llegar al triatlón de Aveiro, tras una
buena natación y bici, me retiro por primera vez en un triatlón porque mi
pierna (esta vez la derecha, la de siempre) vuelve a dar señales de alarma, de
nuevo un pequeño parón y de nuevo sin correr. Aquí tomo una decisión que fue
una de las claves de mi año, comienzo con Víctor como entrenador y siempre le
estaré agradecido sus consejos, su apoyo y su motivación hasta el IM.
Comienzo junio de nuevo con muchos metros de
piscina y de bici, a lo que sumo frecuentes sesiones de elíptica y gimnasio y
la cosa empieza a mejorar, cuando estoy súper motivado para el triatlón de San
Sebastian otro palo a mi temporada: esta vez en forma de enfermedad, tuve
paperas, y me dejaron muy tocado con lo cual otras dos semanitas perdidas.
No pude correr en Donosti, como veis una primera
parte del año para olvidar. Junto con Víctor buscamos lo positivo, en bici la
progresión es buena y nadando estoy sintiéndome muy cómodo, replanteamos
objetivos y decidimos que en julio sólo voy a entrenar, acumular Kms. y
recuperarme bien. En agosto comienzo a competir: primero en el Triatlón Sprint
de Valladolid, luego un olímpico sin drafting en Aranda de Duero y las sensaciones
van siendo buenas, al menos la pierna derecha responde al correr. La prueba de
fuego viene en Murcia, con el 1/2 IM de Al- Mundaya, ahí, pese a su terrible
dureza por el calor, la orografía y la humedad, decido que puedo con el IM y
que voy a por todas.
Septiembre sería el mes definitivo, con
entrenamientos que hacía años que no completaba y con muy buenas sensaciones.
Eso sí, la carrera más larga a pie en entrenamientos fue de 15 Kms. y eso,
obviamente genera dudas de cara a un IM, pero estaba seguro de bajarme lo
suficientemente fuerte de la bici como para afrontar la maratón con garantías,
aún sabiendo que iba a sufrir mucho. De esta forma, después de un año un tanto
irregular llego a mi meta cargado de ilusión, con ganas y motivado.
Para mi ha sido muy importante poder estar en la
línea de salida y haber podido superar los obstáculos que han ido apareciendo. Llego
en forma, estoy en 72 Kg. y desde el 1 de enero, en este camino he recorrido
cerca de 6.000 km en bici, 130.000 metros nadando y 450 km corriendo. No es lo
que esperaba cuando comenzó el año pero me siento confiado y creo que tengo
suficiente experiencia para que la cabeza tire cuando el cuerpo no pueda.
IBERMAN.
Llega la fecha que tanto he esperado y tengo la
inmensa suerte de compartir este momento con gente de mi equipo, me hace
especial ilusión correr un IM con Luis Ángel, que ya tiene varios de
experiencia a sus espaldas, con el que he compartido mucho desde hace muchos
años corriendo triatlones, raids, subiendo montañas ó simplemente tomando
cervezas.
También me alegro de estar con Fernando Alonso, un
tipo que apareció en la cena del tripi en Enero, sin haber corrido ningún
triatlón en su vida, pero con las ideas muy claras, quería correr IM y va a
acabar el año con tres medios IM y un IM completados e inscrito para Lanzarote.
Increíble. Ha sido un fiel compañero de bici durante este año, lloviera o
hiciera 35º siempre al pie del cañón. El deporte tiene éstas cosas, te deja
buenos amigos como premio a la constancia. También están en la prueba Yonny, de
Salamanca, otro mítico compañero de batallas; Rafa Becerro, que decidió a última
hora su participación y Neno.
Salgo el Jueves de Valladolid, y voy hacia Isla
Antilla, de donde salía la competición, con Luis, Susana y Nando, que fue de
espectador, pero si le dan una bici ¡corre seguro!
El viernes comenzamos toda la parafernalia que
rodea estas pruebas, recogida de dorsales, revisión de bicicletas para
comprobar que todo estaba OK y un paseo de 1h en las mismas para soltar piernas,
chapuzón en el mar y todo listo. Es entonces cuando comenzamos a hablar con los
triatletas que llevan aquí más días y han visto el recorrido. Nos comentan que
es terriblemente duro y que los 2.000 metros de desnivel van a pasar
factura...pufff! Yo sigo pensando en positivo, una bici dura no me ayuda, pero
tampoco me viene mal.
A las 5:45am suena el despertador, salgo de la cama
extrañamente tranquilo y me voy a desayunar. Como algo ligero, la cena de
anoche fue fuerte y no hace falta más, no quiero arriesgarme a problemas
digestivos en el agua, ya tendré tiempo de comer en la bici.
A las 7:00am nos juntamos todos y nos dirigimos
hacia boxes, la verdad es que hasta aquí todo como un triatlón normal.
Supuestamente la salida es a las 7:45, 5 minutos antes vamos a dar unas
brazadas para probar el agua y es cuando sospechamos que se va a alargar la
salida como así fue, la gente desperdigada, familiares paseando por la zona de
competición, en fin un poco de caos.
Después de lograr juntar a todos y acondicionar la zona
de playa donde se da la salida la organización la va a dar a las 8:15. Se sale
desde la arena y aquí es donde veo las diferencias con un tri normal, la gente
se toma mucho más tranquila la natación, Luis y yo nos situamos sin ningún
problema en primera fila, casi todo el mundo se acumula por la zona trasera. Bocinazo
de salida, dejamos que unos cuantos nos pasen y nos dirigimos al agua sin subir
mucho el pulso para coger ritmo a gusto. La primera boya está a 150m e
increíblemente la paso sin ningún golpe ni tensión, voy en un grupo cómodo y
delantero. Comienza bien la cosa.
La natación son dos vueltas, al dar la primera miro
el Garmin, me ha parecido que iba rápido pero me marca 34 min. que raro, en
fin, a seguir nadando, voy muy bien, cómodo todo el rato, sin golpes y orientándome
perfectamente. En esta segunda vuelta la corriente es más fuerte y se hace algo
más dura.
Cuando me quedan 700 m pego un trago de agua salada
mezclada con el regusto a gasolina de
las motos acuáticas de la organización y me provoca una arcada y un ataque de
tos, nada importante, pero pierdo un tiempo precioso y me pasan un par de
grupos. Al salir del agua veo a Luis y entramos juntos en boxes. Mi Garmin
marca 1:14 y 4.400m. O he dado muchas vueltas o no estaba bien medido, después
de la carrera veo que en efecto, han sobrado 600 m de natación; supongo que con
la corriente tan fuerte se desplazarían algo las boyas.
Llego a boxes y transición tranquila, me pongo la
parte de arriba del 2 piezas, calcetines, guantes y a pedalear. La bici
comienza siendo exigente, con viento de cara/costado durante casi los primeros
90 Km. y el recorrido sube y baja todo el rato, sin grandes subidas, pero duro.
Voy a un ritmo constante, comiendo (barritas y geles) y bebiendo todo el rato y
no hace más que pasarme gente, es increíble, creo que alguno va a explotar hoy
de lo lindo ¡y espero no ser yo!
Por cierto, hay gente que todavía no sabe que esto
de los IM es sin chupe de rueda, pero en fin, allá cada uno con su conciencia.
A partir del Km. 100, ya pasada la frontera y adentrándonos en tierras lusas,
comienzo a no encontrarme bien a nivel estomacal, no le doy mucha importancia,
pero decido beber sólo agua (no me gustó nada el isotónico de los
avituallamientos) y dosificar el tema de los geles.
Lo de las subidas es increíble, todo el rato sube y
baja, no te permite coger ritmo en ningún momento, voy cómodo pero decido
dosificar para bajarme a correr con fuerza.
Fernando me coge en la parte final
del recorrido y hacemos juntos (respetando la distancia reglamentaria) la
última parte ¡qué alegría da poder hablar y relajar un poco! Llego a la segunda
transición, que estaba en Portugal, después de 175 Km. de bici (aquí se
quedaron cortos), me ha salido una media de 26,2 Km./h y estoy contento para la
dureza del terreno.
Esta transición me la tomo con mucha calma (tal vez
demasiada), me doy bien de vaselina, me cambio de calcetines, me pongo medias
compresivas y a correr. Fernando ha salido ya pero es un galgo y no hago ni
intención de ir con él, mi carrera es otra. Mi objetivo era bajarme en 8:00h a
correr entre la natación, bici y transiciones, al final se me alarga un poco y
salgo a correr en 8:10 aproximadamente.
Hasta aquí ha salido todo según lo planeado, con lo
cuál voy súper contento. Al empezar a correr tengo un dolor abdominal muy
fuerte, intento que se me pase pero no hay manera con lo que el ritmo es
bastante lento; mi idea inicial era intentar ir entre 5:45 y 6:30min/Km. todo el rato que fuera posible, en plan diesel,
pero la cosa no iba bien: el dolor persistía y no iba nada a gusto.
Este primer tramo fue muy curioso, nunca había
corrido por una autovía y allí estaba corriendo por el carril derecho de una
autovía portuguesa dirección España. En los avituallamientos andaba a ver si se
pasaba pero no había manera, pues nada, a aguantar como sea, comienzan los Km.
a pasar de los 6:30 pero no quiero dejar de trotar, Km. 10 en 1h10, no pasa
nada, sabía que iba a ser duro. Hasta el Km. 17 aguanto trotando, pero me
empiezan a dar las primeras arcadas hasta que se hace incontrolable y comienzo
a vomitar cuando circulo por una vía verde pasado Ayamonte. Estoy destrozado,
tengo un dolor abdominal muy fuerte y me queda más de la mitad de la maratón,
comienzo a verlo un poco negro pero me auto animo y comienzo a caminar a ver si
se me pasa. Lego andando al siguiente avituallamiento pensando en beber y comer
algo porque tengo el cuerpo vacío, pero claro, no me entra nada que no sea agua o fruta, pruebo un
plátano y un poco de agua y a los 500 m me pongo a vomitar otra vez. Me preocupo seriamente porque una cosa es ir tocado
y otra es vomitar (con lo que conlleva de deshidratación) y no poder comer ni
beber nada con el calor que hace y 30 km por delante. Desde luego que mi
situación no es nada buena y por primera vez se me pasa por la cabeza
abandonar.
Pienso en todo lo que ha sido este año, los
esfuerzos que he realizado, esos pequeños sacrificios, el apoyo incondicional
de Marta y de mi familia y pienso que no voy a abandonar ni de coña.
Comienzo a pensar en positivo, tengo las rodillas
bien, mi cabeza es fuerte y sólo 30 Km. me separan de concluir la prueba. Está
claro que hoy no va a ser mi día, hoy no voy a hacer esas 12:30h que creía que
podía hacer siendo realista con que mi maratón no iba a ser buena, pero tampoco
va a ser el día de retirarme. Acabo o acabo, no hay otra posibilidad.
Estos eran mis pensamientos cuando me alcanza Rafa
por detrás, le cuento mi estado, me da un poco de agua para ver si la puedo
digerir y otra vez a vomitar; tan mal me vería que se quedó conmigo andando
hacia el objetivo durante un montón de Kms. sacrificando su carrera. Creo que
sólo tiró hacia delante cuando vio que poco a poco estaba mejor. ¡Muchas
gracias Crack!
Después me paso Yonny remontando muchísimos puestos
en la maratón, que fenómeno, iba como un tiro en la carrera a pie. De vez en
cuando intentaba correr, pero era hacer el esfuerzo y volver a vomitar y me estaba
debilitando por momentos, además en los avituallamientos solo había plátanos,
agua y sales y no me entraba nada de eso, o sea que sin tomar nada. No sé muy
bien en que Km. me paso Neno, creo que por el 27 o así, al entrar a Isla
Cristina, iba haciendo su carrera, nos deseamos suerte y a por ello! Aquí llegó
un gran momento para mi, tenían manzanas en un avituallamiento y pude comer
media sin vomitar, por lo menos metía algo al cuerpo y eso animaba!
Así, en este estado tipo “walking dead” y a un ritmo de entre 10 y 12 minutos el km cayó la
noche y tuve que echar mano de mi frontal, comenzaba otra aventura que era una
zona de dunas de aproximadamente 3 Km. e iba totalmente solo, de noche,
siguiendo balizas de leds colocadas por la organización, no veía a nadie por
delante ni por detrás, intentaba pensar en positivo y acelerar la marcha, afortunadamente
ya no vomitaba. Llego a paseo marítimo de Isla Antilla y después de comer otra
media manzana llega corriendo Nando a animarme, qué bien vienen los ánimos y
ver a gente después de lo que lleva uno encima!
Me anima a correr y troto durante 4 km a 7:30, no pensé
que podría volver a trotar: ayudó el primer paso al lado de la meta, y ver a
mis padres animándome y a Marta corriendo un rato a mi lado dándome ánimos, sin
duda momentazo y subidón. Ese subidón se acabaría cuando llego a otra
encerrona, me quedan otros 5 km por la playa y zona de dunas a oscuras, aquí no
puedo ya ni trotar, Nando sigue cerca dándome ánimos, qué grande!!
Superada esa zona salgo de nuevo al paseo marítimo,
llevo más de 14 horas de carrera y mi estomago está francamente mal, pero voy a
acabar! El último Km. se hace largo, Marta me está
esperando en los últimos 500 metros para entrar conmigo en meta, me hace mucha
ilusión entrar con ella! Nos juntamos y voy trotando, ella acelera y la tengo
que decir que no puedo ir tan rápido: es el momento de disfrutar, ha sido un
maratón horrible, cercana a las 6:30h, no se puede decir ni que ha sido una
maratón, no lo tomo como tal. Paso por meta en 14h 41, lo he conseguido, no
estoy para nada satisfecho con mi tiempo, pero soy Finisher. Me marqué un objetivo
y lo he cumplido, ya llegará el momento de mejorar esta marca.
Al llegar voy hacia la ambulancia y me ponen una
inyección de Primperan para cortar las nauseas. Parece que me hace efecto
rápidamente y puedo empezar a beber. Allí estaban todos para saludarme y darme
un abrazo. Que grande es el TRIPI. 5 Finisher, cada uno a su manera y con sus
circunstancias, pero 5 finisher! Al final me llevo una experiencia inolvidable.
Cuando se prepara algo de este calibre hay que
valorar todo en su conjunto, el día de la prueba es muy importante, pero el
camino recorrido hasta ella también. En mi caso y a pesar de la decepción
inicial estoy contento, ha sido un año del que he aprendido muchas cosas y he
vuelto a disfrutar entrenando. Balance positivo sin duda.
Ahora, ¡a marcar objetivos para el 2014!
4 comentarios:
¡Vaya máquina!
Millones de enhorabuenas por haberlo preparado tan bien y haber sido capaz de hacerlo con tanta cabeza.
Qué grande eres amigo!
Lo que hiciste está al alcance de muy pocos. Acabar en esas condiciones es impresionante!
Grande Sergio, toda una hazaña, la próxima vez tenéis que coger un Ironman más llanito y sin dunas, que eso es añadir dureza a una prueba que ya la tiene de por sí.
ALEJANDRO
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